El presidente en funciones de la Real Federación Española de Caza, Andrés Gutiérrez Lara, convocó el pasado 9 de julio las elecciones a la presidencia de dicha organización. Lo ha hecho obligado por una sentencia de la Sección 6ª de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional dictada hace más de un año –el 23 de mayo de 2014– y después de un requerimiento del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).
Lejos de acatar, tanto el fallo de la Audiencia Nacional como la resolución del TAD, “Andrés Gutiérrez ha convocado de nuevo elecciones desobedeciendo a la Audiencia Nacional y presentando unos censos incorrectos, en los que las federaciones de las comunidades autónomas contrarias a su gestión, que somos mayoría y representamos al 80% de los cazadores federados de España, apenas tenemos representación”, ha asegurado Fernando Tello, presidente de la aragonesa. Este fue el motivo por el que las elecciones de 2012 fueron impugnadas por siete federaciones autonómicas. Fue la denuncia de una de ellas, la andaluza, la que prosperó en los juzgados y llegó hasta la Audiencia Nacional, la cual ratificó que el proceso electoral no se había llevado a cabo conforme determina la legislación.
A pesar de que los censos presentados en la última convocatoria no son los correctos, según los presidentes de ocho federaciones autonómicas, y que por lo tanto no se habría subsanado el error tal y como dictaminó el juez de la Audiencia Nacional, “la pasividad del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y del Consejo Superior de Deportes es insultante, y su dejación de funciones impide que cientos de miles de cazadores federados de España puedan tener un presidente elegido democráticamente conforme a lo que dicta la ley y, en este caso, la Audiencia Nacional”, asegura Fernando Tello. Lo hace, consciente de que si ninguno de ambos organismos toma cartas en el asunto e inhabilita a Andrés Gutiérrez, el problema surgido con la convocatoria de elecciones de 2012 podría dilatarse bastante tiempo más, lo que amenaza la existencia misma de la institución.
El conflicto protagonizado por Andrés Gutiérrez, quien se aferra al cargo después de haber perdido la confianza de la mayoría de las federaciones autonómicas y ser cuestionado constantemente en medios de comunicación y redes sociales, ha llevado a la institución a una situación insostenible, hundida en una profunda crisis económica. Según ha podido saber Jara y Sedal, mientras Gutiérrez se aferra a su cargo en la RFEC ante la pasividad del TAD y del CSD, la institución ha despedido ya a una gran parte de los trabajadores de su sede en la calle Francos Rodríguez de Madrid, y podría estar acumulando una importante deuda que amenazaría con hacer desaparecer la que un día fue la segunda federación más numerosa de España.
