España y Francia han firmado un acuerdo para permitir la exportación de cabras montesas al país vecino. Esta medida ha sentado especialmente mal entre los cazadores, ya que se trata de una especie cinegética exclusiva de España que aporta grandes beneficios económicos al sector gracias a su gran popularidad en el extranjero.
El acuerdo ha sido suscrito por el Ministerio de Medio Ambientefrancés que, en colaboración con el Ejecutivo español, pretende llevar a cabo esta decisión con objetivos ecologistas. Defienden que allí la especie se extinguió hace prácticamente un siglo.
De esta forma, ya se han soltado cuarenta ejemplares de cabra montesa en la vertiente francesa de los Pirineos. El objetivo es que la especia se reproduzca y extienda por la zona. Al acto acudió la ministra de Medio Ambiente francesa, Ségolène Royal. Los ejemplares fueron tomados de la Sierra de Gredos y el Puerto de Tortosa.
Se pretende que este número aumente hasta alcanzar casi los 300 ejemplares que se consideran necesarios para que la repoblación se haga efectiva.
Las fuentes consultadas por El Confidencial Digital informan que la propuesta ha sido aceptada por parte del Gobierno de España debido a que traerá consigo “ciertos beneficios económicos”.
Una especie autóctona y muy valorada
Desde el propio Ministerio de Medio Ambiente español indican que la cabra montesa está considerada como la primera y más preciada especie de la fauna nacional. Esto se debe a que se trata de un trofeo muy valorado por los cazadores extranjeros, no sólo por su belleza, sino también por la dificultad que entraña su caza.
Actualmente, la especie se encuentra distribuida por casi todo el país, especialmente en la Sierra de Gredos, Sierra Nevada y los sistemas montañosos del este y sur peninsular.
Los cazadores indican que es un error hacerlo
El acuerdo ha causado una gran controversia entre la mayoría de los cazadores y las asociaciones del sector, según ha sabido ECD. Quienes se dedican a este negocio ven cómo, con esta decisión, se va exportar al extranjero un negocio exclusivo del cuál se obtienen grandes ganancias. En los próximos años, vaticinan, la cabra montesa podrá ser también cazada en Francia.
Desde la Real Federación Española de Caza reconocen que, aunque nadie les ha comunicado oficialmente esta medida, se posicionan en contra de exportar cabras hispánicas a Francia. Afirman que la decisión traerá aparejada graves pérdidas económicas para España.
Además, advierten que “es perjudicial repoblar una especie extinguida en el Pirineo francés hace un siglo con otra procedente de una subespecie diferente como es la cabra hispánica”.
Luis Fernando Villanueva, presidente de APROCA, una asociación de caza y conservadores del medio natural, tampoco es muy optimista con esta medida. Afirma que, aunque desde Francia se repita con insistencia que la cabra montesa estará protegida, “en algún momento la especie se multiplicará y habrá que llevar a cabo un método de control poblacional, que seguramente será la caza”.
Lamentablemente, pese a que aseguran que han intentado evitar que el acuerdo se haga efectivo, esto no ha sido posible y “no hay marcha atrás”.
