Se me criticó mucho, y la mayor parte de las veces sin réplicas argumentadas (por otra parte algo propio dentro de nuestro sector), por el artículo ‘Internet para tontos’ donde afirmaba que «Decir que la caza se encuentra en peligro de extinción no es alarmismo, es una realidad contrastada».
¿¡Cómo criticarme por semejante afirmación!? Para muestra un botón y ahí tienen ustedes el riesgo de desaparición de la Real Federación de Caza de España. Es absolutamente inaudito que hoy gobierne la RFEC una candidatura a la que se le ha imputado fraude de Ley en la convocatoria de las elecciones, ¡celebradas en septiembre del 2012! ¿¡Pero es que nos hemos vuelto todos locos!? ¿¡Pero es que en este país nadie tiene la decencia de asumir su responsabilidad y salir escopetado con el rabo entre las piernas!?
Sea como fuere, la caza, hoy más que nunca, depende de los cada vez menos aficionados que la practican. Y existen sólo dos opciones para que continúe en el futuro: o bien nos unimos para defender juntos el sector y sus intereses, o bien cada uno continuará en su ensimismamiento individualista pensando que allá cada cual se las apañe. ¡Y no seamos ilusos!, de ello se aprovechan ecologistas, políticos y sectores interesados en dividirnos, pero que no lo hacen, porque para dividir ya estamos nosotros.
La falta de liderazgo influye y mucho en la imagen del sector, si no promovemos una cohesión interna, real y veraz, en cuanto a personas y objetivos, no podremos afrontar proyectos de gran envergadura, acceder a determinadas reclamaciones y exigir un respeto y un reconocimiento social.
Tenemos los líderes que somos capaces de generar, tenemos que pensar a quién encumbramos y por qué lo hacemos. Hay que exigirles ejemplaridad, ser críticos con ellos, pero con respeto y sin poner sistemáticamente el dedo en la llaga de los defectos. Es cierto también que no todo lo que se intenta tiene que salir necesariamente bien, Sr. Andrés Gutiérrez Lara, no obstante debería sopesar el valor de una retirada a tiempo después de tres años de escándalos económicos y judiciales.
Ya lo advirtió en su día Ignacio Valle, presidente de la Federación de Cantabria, coincido ahora con su juicio y me reafirmo en que si la caza hoy está en peligro de extinción es por ejemplares que se dedican más a su interés particular que al sostén del bien común. Así nos va…
Roberto Rodríguez