Sabrosas quiches rellenas de caza
Gustosas tartaletas para comer de vez en cuando
De la clásica quiche lorraine se han ido derivando múltiples posibilidades, consistentes, muchas de ellas, en ir introduciendo carne de caza. Utilizando queso rallado y la carne pueden prepararse infinidad de clases de caza, pero sin olvidar los embutidos y el jamón de la caza de pelo. Tanto como aperitivos para abrir el apetito como para ir picando entre plato y plato, entras quiches poseen el tamaño adecuado para un hambre «pequeña». Si el apetito fuera mayor, es posible preparar tartaletas de mayor tamaño en forma de picantes pasteles, teniendo presente que en este último caso la pasta rallada será sustituida por una masa de levadura o de hojaldre. Pero todas tienen algo en común: cuando mejor saben es calientes, recién salidas del horno.
Quiche de venado
Para la pastaflora salada:
250 g de harina, 125 g mantequilla
Sal
1 yema de huevo
1 a 2 cucharadas soperas de agua
Para el relleno:
250 g de fricandó de ciervo
30 g de mantequilla para cocinar
1 cebolla tamaño mediano
1 diente de ajo pequeño
Sal, pimienta blanca recién molida
200 g de queso Emmental rallado
3 huevos
200 g de nata
1 manojo pequeño de perejil
Las cantidades arriba indicadas son para 12 quiches (de 12 centímetros de diámetro) o para 1 forma grande de 24 centímetros de diámetro. Preparar la masa como se describe en la parte inferior, forrando con ella el molde. La masa para la quiche se preparara como se muestra en las ilustraciones adjuntas. Con ella se llenarán los moldes, se introducirán durante 25 a 30 minutos en el horno precalentado a 200°C. Una vez horneada, se dejará reposar brevemente y antes de servir se vaciará de los moldes.
Preparar la masa:
Tamizar la harina, depositar la mantequilla, sal y yema de huevo en el centro y amasar. Añadir agua y amasar. Envolver en una lámina transparente, dejar ½ hora en lugar fresco.
Extender una capa delgada de masa con el rodillo sobre la mesa de trabajo. Con un molde se cortarán los fondos, 3 cm de diámetro mayores que los pequeños moldes.
Con la masa se forrarán los pequeños moldes, presionando todo el contorno. Con un cuchillo se cortarán los bordes de masa que sobresalgan.
Preparar el relleno:
Cortar primero la carne en lonjas, a continuación en dados uniformes, de 0,5 centímetros de lado.
Calentar la grasa y sofreír uniformemente los dados de carne en ella. Añadir la cebolla y el ajo finamente cortados rehogándolo todo hasta glasearlo.
Salpimentar la carne, depositándola en la cacerola. Dejar enfriar ligeramente, espolvoreando el queso rallado por encima.
Añadir los huevos a los dados de carne, batiéndolos en la cacerola. Verter también la nata líquida. Los huevos y la nata ligan en conjunto.
Lavar el perejil, secarlo ligeramente con un paño, picándolo a continuación lo más finamente posible. Añadir también a la cacerola.
Con la ayuda de un cucharón se mezclarán bien todos los ingredientes, probando luego la masa, condimentándola intensamente con sal y pimienta.
Introducir el relleno en los moldes hasta unos 2 milímetros por debajo del borde de la forma forrada y cocer en el horno.